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Thursday, September 19, 2013

 
 
LOS GENEROS: EL CINE ROMANTICO
 
Por Jesús Suárez
 
LOS CALIEXITOS: CASABLANCA Y ALGO PARA RECORDAR
 
Siempre me ha llamado la atención el misterio de esas obras de arte que son a la vez un éxito con los espectadores que sólo quieren disfrutar un momento agradable y un triunfo con los que las analizan técnicamente pulgada a pulgada. Ejemplos serían algunas novelas y cuentos de Hemingway,   varias canciones de Los Beatles. Los éxitos para el gran público, pero con calidad. O, usando nuestra nomenclatura: los Caliéxitos.
En el mundo del cine mi caliéxito favorito es una película que se filmó a toda velocidad en menos de tres meses: Casablanca (1942). No fue el primer caliéxito, pues tres años antes hizo su debut Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind, 1939), que recaudó casi 19 veces más que Casablanca y también fue altamente valorada por los expertos. Lo particular en Casablanca fue que muchas cosas conspiraron en su contra para que se convirtiera en lo que llegó a ser.
Por ejemplo: todos hablan de la química entre los protagonistas: la sueca Ingrid Bergman, quien interpreta a la noruega Ilsa Lund; y Humphrey Bogart, quien se hizo cargo de su primer papel romántico ante las cámaras con el personaje del cínico y distante Rick. Pero hay que recordar que Bergman era dos pulgadas más alta que Bogart, lo que causó varios problemas técnicos durante la filmación. Además, éstas no fueron las primeras selecciones del director húngaro Mihály Kertész, más conocido por estas tierras como Michael Curtiz. Para el papel de Ilsa, Curtiz y el productor Hal B. Wallis consideraron a Hedy Lamarr, Michele Morgan y Ann Sheridan; y para el de Rick, a George Raft y al mismísimo futuro presidente estadounidense Ronald Reagan.
Curiosamente, a pesar de su gran éxito en esta película, Bergman y Bogart, quienes interpretaban juntos por primera vez,  no volvieron a trabajar ambos en una misma cinta. Y Curtiz, quien ganó el Oscar al Mejor Director, no  obtuvo de nuevo una de estas estatuillas a pesar de estar nominado por filmes como Captain Blood (1935), Angels with Dirty Faces (1938), Four Daughters (1938) y Yankee Doodle Dandy (1942). Esto sin mencionar otras excelentes películas suyas que no fueron candidatas al premio de la Academia, como The Adventures of Robin Hood (1938) y White Christmas (1954).
También todos hablan de la música, de la famosa canción  As Time Goes By (Según  pasan los años), interpretada por el personaje de Sam (Dooley Wilson). Pero primero que todo, el tejanoWilson era baterista, por lo que no es de extrañar que en las pocas veces en la película que  se ven sus manos sobre el teclado, es para aporrearlo. Y la canción, compuesta 11 años antes por Herman Hupfeld como parte del musical de Broadway Everybody’s Welcome (1931), no había llamado la atención hasta que se vio en Casablanca.
Muchas cosas más se podrían decir sobre esta obra maestra, como su famoso final en que Ilsa y Rick renuncian a su amor por una causa más importante, la lucha por un mundo libre en cualquier parte del mundo en que ésta sea necesaria. Por ello, no queremos dejar de mencionar que en el Festival de Cine de Río de 1987, Joao Luiz Albuquere reeditó una de las copias de la cinta para mostrar, en una sesión privada, que al final Ilsa no se va en el avión, sino que regresa a los brazos de Rick.
Por todo ello, “Play it once, Sam. For old times’ sake. Play it, Sam. Play As Time Goes By”.
El sitio web del American Film Institute (AFI), en su sección “100 años…100 pasiones de AFI”, selecciona al romance de Rick e Ilsa como el mejor de todos los tiempos en el cine estadounidense, seguido por Lo que el viento se llevó (Gone with the wind, 1939), Amor sin barreras (West Side Story, 1961), La Princesa que quería vivir, o como prefieren los españoles Vacaciones en Roma (Roman Holiday, 1953) y Algo para recordar (An Affair to Remenber. 1957).
Esta última narra la historia del playboy y pintor Nickie Ferrante (interpretado por Cary Grant) y la cantante de bares elegantes Terry McKay (Deborah Kerr). Ambos están a punto de casarse con millonarios, pero se conocen a bordo de un crucero, en el que viajan solos, y surge primero una amistad entre ellos, lo que poco a poco se convierte en un romance.
Los dos deciden hacer una prueba y se dan cita dentro de seis meses en el piso 102 Empire State en Nueva York par a ver si aún se mantiene la pasión entre ellos.
Pero al igual que el destino encontró una forma de  que se conocieran, también halló una de separarlos, y Nickie asiste a la cita y espera hasta la medianoche, pero Terry no llega. A partir de entonces el romance se convierte en tragedia. Pero pueden seguir sin temor adelante, porque hasta aquí vamos a contar el argumento.
La película es una nueva versión (aunque casi idéntica, pues se hizo con el mismo guión) de la que el director Leo McCarey había hecho en 1939, titulada Love Affair, en la que los intérpretes eran Irene Dunne y el francés Charles Boyer.
Hay que decir que McCarey era un conocedor del género, pues ganó un Oscar al Mejor Director por su comedia romántica Terrible verdad, también conocida como La pícara puritana (The Awful Truth, 1937), en la que los protagonistas eran (¿causalmente?) Irene Dunne y Cary Grant.
El gran cineasta francés Jean Renoir dijo en una ocasión que McCarey era uno de los mejores directores estadounidenses porque: “él realmente entiende a la gente”. En realidad, lo que McCarey entendía era a los actores. El consideraba que no se debía interferir con el elenco si éste había sido bien escogido.
Por otra parte, aquí las actuaciones del anglo estadounidense Grant y la escocesa Kerr tienen una química particular. Hay que recordar que Grant fue considerado por la AFI como el segundo mejor actor de todos los tiempos en el cine estadounidense, sólo después de Humphrey Bogart.
Y Kerr, una actriz de una belleza con distinción, seis veces candidata al Oscar a la Mejor Actriz, siempre ha sido considerada como el ejemplo de la elegancia y la gracia naturales.
Por ello es curioso mencionar que aunque Grant y Carr trabajaron juntos antes: La mujer soñada  (Dream Wife, 1953) y después, Página en blanco (The Grass is Greener, 1960), no lograron en esas cintas la compenetración interpretativa que mostraron en An Affair to Remember.
Al éxito de la cinta contribuyó sin dudas la canción An Affair to Remenber (también conocida como Our Love Affair), interpretada por el neoyorquino Vic Damone, que estuvo durante 16 semanas en el primer lugar del hit parade de Estados Unidos.
Y hay que considerar el popular tema de la renuncia, pues ambos prefieren dejar a un lado un matrimonio que les ofrecía riquezas, por otro que les traería el amor.
Pero para mí, un lugar especial lo ocupan las citas de la película. Por ejemplo:
Nickie sugiere el famoso edificio neoyorquino para la cita y Terry le dice que está de acuerdo porque: “El Edificio del Empire State es el lugar más cerca del cielo en esta ciudad”.
En la cubierta del crucero Terry pregunta: “¿Qué es lo que hace la vida tan difícil?” y Nickie le responde: “Las personas”.
Pero los dejo con mi favorita. la de Terry que dice: “El invierno debe ser frío para los que no tienen recuerdos cálidos”.
 

 

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